No cabe duda alguna que visitar al dentista con regularidad resulta ser muy importante, ya que está simple acción nos ayuda a mantener nuestras encías y dientes totalmente limpios como saludables, normalmente se recomienda ir al dentista por lo menos cada seis meses o en su defecto cuando el dentista lo indique.
Lamentablemente las personas suelen más que todo acudir a una clínica dental únicamente cuando se produce una emergencia, es decir, cuando tienen algún dolor de muelas, mal aliento en todo momento, cuando se les cae una pieza dental, etcétera., sin detenerse a pensar que una boca sana de igual manera también necesita de revisiones periódicas, ya que existen afecciones que no suelen presentar síntomas y que además solo el profesional sanitario puede detectar con facilidad gracias a este tipo de revisiones y posteriormente el mismo puede aplicar el tratamiento más adecuado.
Por suerte nosotros hoy en día tenemos la ventaja de poder disponer en cualquier parte del mundo de una buena clínica dental, por ejemplo, si tú vives en Gran Canaria debes saber que puedes disponer fácilmente de una buena Clinica dental en las palmas ya que en dicho lugar hay muchas clínicas de este índole que poseen muy buena reputación.
En este punto cabe mencionar que generalmente existen dos tipos de visitas al dentista y estás son complementarias, las cuales son las siguientes:
- La revisión periódica.
- La limpieza dental.
Para los que no lo saben, la revisión periódica consiste nada más y nada menos que en un chequeo completo de la boca con la finalidad de comprobar si existen caries, como placa bacteriana sobre los dientes o cualquier enfermedad bucodental. Además en este caso tengan en cuenta que si la placa no se retira a diario de los dientes existe entonces el riesgo de que esta se convierta rápidamente en sarro, el cual viene siendo una placa endurecida que realmente llega a afectar de forma directa a la salud de la boca y en ocasiones este es el causante del mal aliento bucal.
Mientras que la limpieza dental únicamente se suele realizar una vez al año en la consulta del dentista. Si bien es cierto que tanto el cepillado diario como el buen uso del hilo dental ayudan muchísimo a eliminar la placa, estos no resultan ser del todo suficientes y es por ello que debemos recurrir a las limpiezas dentales.
Generalmente durante la limpieza dental, el profesional (dentista/odontólogo) hace uso de herramientas especiales para poder así eliminar por completo y de forma rápida y segura el sarro de los dientes. Una vez raspados, el profesional puede entonces realizar un pulido, el mismo que consiste en la utilización de una pasta granulosa que permite ante todo la eliminación de cualquier mancha que pudiera quedar justamente sobre la superficie de los dientes, es decir, que está ayuda a dejar los dientes limpios, blancos, brillantes y con una estética impresionante.
En este caso también es necesario que entiendan que más allá de las revisiones periódicas y de la limpieza dental anual, existen también alarmas que indican que es realmente conveniente acudir de inmediato al dentista y estás son las mencionadas a continuación:
- Si tienes dolor.
- Si te sangran las encías.
- Si tienes mucha sensibilidad dental.
- Si tienes mal aliento.
- Si fumas.
- Si tu boca tiene manchas o llagas.
- Si estás embarazada o tienes mucho tiempo sin ir al dentista, etcétera.